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Algún día alguien volará a la Luna y recogerá mi cámara

Solo había una probabilidad del 50% de poder llevar a cabo el aterrizaje en el primer intento, confiesa el primer hombre en pisar la Luna.

Neil Armstrong, el primer hombre que pisó la Luna, ha confesado que sólo había un 50 por ciento de posibilidades de que el alunizaje saliera bien. Según ha confesado a una televisión australiana (CPA Australia), un mes antes de que se llevara a cabo la misión se decidió que se podría probar a realizar un descenso a la superficie.

Un mes antes del lanzamiento del Apolo 11, el equipo decidió que se podría intentar un alunizaje. Ante esa idea pensé que teníamos una probabilidad del 90 por ciento de volver a salvo a la Tierra en ese vuelo, pero sólo una probabilidad del 50 por ciento de poder llevar a cabo el aterrizaje en el primer intento.

Armstrong, que actualmente tiene 81 años, ha reconocido que todo lo que se conocía sobre la Luna en el año 1969 no había sido demostrado mediante pruebas, así que había una gran probabilidad de que hubiera algo allí que no se había entendido bien y que hubiera que abortar la misión y volver a la Tierra sin aterrizar.

Armstrong también ha confesado que no sabían con qué se iban a encontrar a su llegada al satélite y ha explicado que lo que allí vió son pendientes empinadas y rocas muy grandes, del tamaño de automóviles.

Teorías de la conspiración

El astronauta estadounidense ha señalado que se toma a broma las teorías de aquellos que creen que la misión a la Luna fue una farsa. En este sentido, ha indicado que la gente ama las teorías de conspiración porque son muy atractivas, pero ha apuntado que no le preocupan porque sabe que un alguien volará de regreso a la Luna y recogerá la cámara que me dejé allí.

Armstrong se ha lamentado de que las ambiciones de la NASA hayan disminuido desde los años 60. Estoy considerablemente preocupado por las orientaciones políticas con las que el Gobierno está dirigiendo la agencia espacial, ha explicado.

A su juicio, los estados en donde la Casa Blanca y el Congreso están en desacuerdo sobre la dirección que debe llevar la NASA, no se dan cuenta de que están tirando cada uno de un lado del volante y así la NASA no va a poder coger el camino correcto.

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